Qué
hacer ante el acoso escolar
Elena Mengual @ 09-12-2012 05:02 Madrid.-
Elena Mengual @ 09-12-2012 05:02 Madrid.-
¿Cómo
detectar si su hijo sufre acoso escolar?
¿Qué hacer, a quién dirigirse?
Ofrecemos
algunas claves para atajarlo.
El
suicidio de Mónica hace menos de un mes volvió a poner de actualidad el acoso
escolar. Enseguida se sucedieron las condenas, los debates y las peticiones de
tipificación de la figura como delito. Porque, pese a que el problema no es
nuevo, sí es cada vez más notorio.
El
caso de Amanda Todd, la joven canadiense que anunció su suicidio en un vídeo de
Youtube, en el que explicaba, a través de cartulinas, el acoso al que fue
sometida, causó enorme conmoción en todo el mundo. La menor se inspiró en la
grabación que, unos meses antes, colgaba en la red el holandés Tim Ribberink.
A
pesar de la alarma social que generan casos como éste, las autoridades no han
adoptado medidas para atajar el acoso escolar. Las propuestas parten de
movimientos asociativos, psicólogos y educadores. Es el caso de 'Ten Narices',
campaña que pone en marcha este lunes la asociación No al acoso. "Creemos
que en este momento es más necesaria que nunca", explica Javier Pérez
Aznar, su presidente y psicólogo. Es una campaña de sensibilización centrada
"en la solución del acoso, haciendo hincapié en que todos podemos hacer
algo".
La
mayoría de las veces, la víctima no sabe qué hacer. O ni sabe que está
sufriendo acoso. Éstas son algunas claves para detectarlo.
QUÉ ES EL ACOSO
ESCOLAR
Es
cualquier tipo de agresión psicológica o física mantenida en el tiempo y con
intención de hacer daño. Se caracteriza por el desequilibrio de poder (la
víctima, sola, frente a agresores y observadores).
TIPOS
- Verbal. El más habitual. Insultos, motes, Burlas, humillaciones, propagación de
rumores, mensajes telefónicos o llamadas...
-
Social. Exclusión y aislamiento de la víctima, por ejemplo, se la deja fuera de
las actividades, como un partido de fútbol en el recreo.
-
Psicológico: basado en amenazas para provocar miedo, lograr algún objeto o
dinero, o para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere.
-
Físico. Agresiones directas e indirectas; por ejemplo, producir daño en objetos
personales de la víctima.
-
Ciberbullying. El acoso escolar a través de Internet ha aumentado enormemente
en los últimos años. En este caso, la víctima no tiene tregua, pues el acoso no
termina cuando llega a su casa. Además, la participación de terceros hace que
se multiplique el número de acosadores, y puede suceder que, incluso cuando ha
terminado el problema en el centro escolar, el acoso continúe en Internet.
Pero
la Red también aporta 'ventajas' a las víctimas. Por una parte, aumenta el
número de espectadores que la apoyan. También le proporciona herramientas para
solicitar ayuda. Además, aporta una ventaja desde el punto de vista jurídico:
queda constancia del acoso, que en muchos casos puede denunciarse por
constituir un delito tipificado (amenazas, injurias, suplantación de
identidad...).
QUÉ HACER
-
Ponerlo en conocimiento de los padres. El apoyo de la familia es fundamental.
Muchas víctimas sienten vergüenza o creen que han hecho algo que les hace
merecedores del hostigamiento. De ahí la importancia de que los padres se
pongan del lado de su hijo y le apoyen, y no subestimen sus miedos.
-
Hablar con el tutor y la dirección del centro. De entrada, la mayor parte de
los centros niegan el acoso o dicen no tener constancia.
-
Presentar escritos, e incluso grabaciones, para que haya pruebas.
-
Si no es suficiente, acudir a la inspección educativa.
-
Agotadas las anteriores opciones, presentar una denuncia penal.
-
Matricular a la víctima en otro centro escolar.
-
Reforzar la autoestima del menor. Buscar ayuda psicológica.
PROFESORADO
- Los docentes siempre debe prestar atención a lo que dice el alumno/a, no 'quitarle hierro' y garantizar la confidencialidad. Comunicar a la dirección del centro. Observar e intervenir, adoptando, si fuera necesario, medidas disciplinarias contra los acosadores.
- Los docentes siempre debe prestar atención a lo que dice el alumno/a, no 'quitarle hierro' y garantizar la confidencialidad. Comunicar a la dirección del centro. Observar e intervenir, adoptando, si fuera necesario, medidas disciplinarias contra los acosadores.
CÓMO DETECTARLO
-
Cambios de comportamiento notables: el menor deja de salir, se muestra nervioso
cuando tiene que ir al colegio, regresa rápidamente tras las clases, no va con
sus amigos de siempre, deja de hablar en casa y tiende a aislarse, baja el
rendimiento escolar, muestra ansiedad, tristeza...
-
Se le rompe o "pierde" habitualmente el material escolar o la ropa.
MÁS INFORMACIÓN
- No son cosas de niños: es acoso
- Línea de ayuda contra el acoso escolar
- No al acoso escolar | En Facebook
- Guía del profesorado ante el acoso
- Blog del profesor Iñaki Piñuel