Ejemplos de situaciones.
GIMNASIO
En el gimnasio dejas todas tus pertenencias dentro
de tu casillero. Después del entrenamiento y una ducha, sales y ves el candado
del casillero abierto, “que curioso, yo pensé que lo había cerrado”.
Te vistes y simplemente revisas la cartera para
asegurarse que todo está en orden. Todo parece bien, todas las tarjetas están
en su lugar y no falta dinero.
Después de unas semanas, recibes el estado de cuenta de una de tus tarjetas de crédito
y te vienen cargos por ¡2.400 EUROS!
Llamas al teléfono de aclaraciones del banco y
empiezas a reclamarles que tú no has realizado las transacciones.
El personal del banco verifica que no hay ningún
error en el sistema y te preguntan algunos datos de tú tarjeta.
Entonces, cuando sacas tú tarjeta lo comprendes
todo; esa no es tú tarjeta, en su lugar, tienes una tarjeta de crédito ya
expirada del mismo banco.
Explicación: Un ladrón irrumpió en tú casillero del gimnasio y cambió las
tarjetas.
El banco emisor de la tarjeta de crédito dice que al
no haber denunciado el robo, no se puede hacer nada, ya que las compras se
hicieron hace bastante tiempo y, por lo tanto tienes que asumir esa cantidad.
¿Por qué el banco no hizo alguna llamada o verificó
al tener esos consumos tan grandes?
Porque se hicieron bastantes compras pero de
cantidades pequeñas y eso raramente llama la atención de las compañías o
tiendas que reciben las tarjetas, y al sumarse los consumos, dieron esa
cantidad.
RESTAURANTE
En un restaurante pagas por la comida con tu tarjeta
del crédito.
Te entregan el recibo y lo firmas, “el camarero” te dobla el recibo y
pone la tarjeta de crédito ocultándola con el mismo.
Normalmente, la retiras y simplemente la
guardas en tu cartera o bolsillo.
¿Qué puede pasar si echas un vistazo a la tarjeta
antes de guardarla?
Que puedes descubrir que era una tarjeta del mismo
banco pero de otra persona, ya expirada.
Llamas al “camarero”
y te atiende, toma la tarjeta expirada, se disculpa y se va hacia la barra, deja la tarjeta expirada y la
deja bajo el mostrador, recoge tú tarjeta original que te la entrega con una
disculpa.
¡Has, evitado el fraude!
Asegúrate siempre que la tarjeta que guardas en tu
cartera es tuya.
Revisa, siempre que firmes por algo, que la tarjeta que te devuelven es la tuya,
aún cuando haya estado lejos de usted por un corto tiempo, y mejor aún no la
dejes que se la lleven fuera del alcance de tu vista.
¡POR TU PROPIO BIEN, DESARROLLA EL HÁBITO DE
VERIFICAR LA TARJETA DE CRÉDITO CADA VEZ QUE TE HA SIDO DEVUELTA DESPUÉS DE UNA
TRANSACCIÓN!
OTRA FORMA MÁS DE ROBO.
Ayer entré en un establecimiento para recoger una
orden que había hecho por teléfono. Pagué usando mi Tarjeta de débito de Visa,
que claro, carga directamente a mi cuenta corriente. El “dependiente” detrás
del mostrador, tomó mi tarjeta, la deslizo por el aparato lector y la puso bajo
el mostrador mientras esperaba la respuesta de aprobación, que es el
procedimiento normal.
Mientras tanto, tomó su teléfono móvil y comenzó a marcar.
Noté que su teléfono era del mismo modelo que el que
yo tengo, pero nada parecía fuera de lo normal. Entonces, escuche el 'clic' que
se escucha en mi teléfono al tomar una foto.
El “dependiente” me devolvió entonces mi tarjeta,
pero mantuvo el teléfono en su mano y continuo apretando los botones.
Entretanto, yo me quede pensando y preguntándome a que
le había sacado una foto.
Discretamente miré bajo el mostrador y no había
nada; me di cuenta que lo único que estuvo en ese lugar, fue mi tarjeta de
crédito y puse atención a lo que el “dependiente” seguía haciendo. Puso su teléfono en el
mostrador e inmediatamente después, se escuchó el sonido que indica que el
mensaje multimedia ha sido enviado.
Ahora me parece más claro; estoy seguro que este
“dependiente” sacó una foto de mi tarjeta de crédito y se la envió a alguien.
Inmediatamente cancelé esa tarjeta.
Días después, me llamaron del banco para decirme que alguien estaba tratando de
hacer transacciones vía Internet con mi cuenta.
¿Qué hubiera pasado si yo no tuviera un teléfono
igual al suyo?
Nunca me habría dado cuenta de lo que hizo.
Siempre que uséis las tarjetas, tomar precauciones y
no seáis descuidados; estas son solo algunas de las formas de hacer fraude con
tarjetas de crédito.
Procurar por todos los medios no ser una víctima de fraude de tarjeta de
crédito; no es divertido. La verdad es que los ladrones no pueden hacer nada si
tenemos cuidado, no hay que ponérselo fácil.